Costumbres y aprovechamientos muy estrechamente vinculados al medio natural han llegado hasta nuestros días prácticamente intactos. Entre las viejas prácticas artesanales destaca la fabricación de mantas de lana en Grazalema (también se fabrican ponchos y bufandas). La marroquinería y la confección de prendas de piel de
La gastronomía de la comarca constituye otra importante riqueza cultural. En general, en todos los pueblos es posible degustar las chacinas caseras. La «sopa de Villaluenga» resulta muy reconfortante en invierno. En Benaocaz se elaboran los «suspiros», unos exquisitos dulces hechos al horno, y las populares gachas. También es exquisita la repostería de Grazalema, donde se hacen los amarguillos de almendra, los cubiletes y la típica sopa de Grazalema. La mistela de Montejaque y el mosto de Prado del Rey son los caldos con mayor tradición de la zona. Otros productos característicos son la torta de chicharrones, el queso de oveja, etc.
También legado de épocas pasadas son las tradicionales fiestas y ferias, celebradas sobre todo durante la época estival. En Zahara de
Foto: Francisco José Cabello (Ubrique, Mayo 2008)
Una de las fiestas más arraigadas es la que tiene lugar en Benamahoma: las luchas de «Moros y Cristianos», en recuerdo de las antiguas batallas libradas entre ambos bandos.
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