Hoy toca hablar de la parte aérea de las orquídeas, plantas herbáceas que se clasifican como geófitos (vegetal que transcurre la época desfavorable para el crecimiento de modo subterráneo). Los tallos aéreos de las orquídeas tienen crecimiento vertical y terminan en la inflorescencia, es decir, son de tipo escapo (tallo que está desprovisto de hojas y presenta las flores en el ápice). No contamos en nuestra flora con especies trepadoras ni epifitas. En cuanto a su estructura interna, es la típica de las monocotiledóneas, con haces vasculares dispersos en el seno de un tejido parenquimático rico en agua. Puede ser hueco o macizo. Las orquídeas españolas, todas ellas terrestres, carecen de algunas complicadas estructuras propias de las especies epifitas tropicales, tales como el velamen radicum o las raíces fotosintéticas.
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