09 diciembre 2009

Más Historia


Foto: Francisco José Cabello (11 Marzo 2008)
Genero
Cephalanthera

Dioscorides, en el siglo I d.C. cita las orquídeas en sus libros de herboristería y botánica, pero se tiene que llegar al siglo XI, para encontrar el primer real tratado de cultivo de las orquídeas publicado en China. Los chinos quisieron y quieren mucho estas flores, asociándolas a sus fiestas de primavera y usándolas para alejar las influencias malvadas, y de modo particular contra la esterilidad. También los aztecas conocieron en particular la orquídea del género Vanilla (V. fragans), que fue usada para crear fragantes bebidas a base de café, cacao y vainilla, aromatizante que se obtiene de su fruto, que recibe el nombre de vaina.

En el siglo IX, L. Fuchs, botánico alemán, describió la orquídea en un amplio tratado “Historia stirpium”. Hizo falta esperar el siglo XVIII para tener la clasificación botánica gracias a Carlos Linneo, gran botánico sueco y padre de la actual clasificación botánica de las plantas en su libro “Species plantarum”.

Pero sólo un siglo más tarde estalla la verdadera pasión por las orquídeas gracias a Charles Darwin, que estudia las especies y las técnicas de reproducción. Desde entonces se inicia la caza de orquídeas, en busca de nuevas especies. Son famosas las lecciones obligadas de la inglesa Royal Horticultural Society, entonces y hoy, principal institución activa en la búsqueda de nuevas especies vegetales. Las primeras especies de orquídeas introducidas en los invernaderos europeos fueron orquídeas de los géneros Cymbidium, Epidendrum, Phaius, Vanilla.

Fueron principalmente Inglaterra y luego Holanda las qué contribuyeron principalmente a descubrir y a difundir estas extraordinarias plantas en todo el mundo. En efecto, muchas de las principales orquídeas actualmente conocidas llevan el nombre de investigadores y apasionados de entonces como James Veitch de que deriva el nombre Epiphronitis veitchii o William Cattley

Actualmente, las orquídeas representan una parte importante de la industria de plantas ornamentales. Se cultivan sobre todo variedades híbridas, obtenidas casi siempre de especies tropicales. Existe también un comercio clandestino de especies protegidas que mueve cerca de 10 millones de plantas al año. En Europa crecen entre 350 y 375 especies de orquídeas (Velasco & Beltrán, 2004), que afortunadamente y a excepción del género Cephalanthera, carecen de valor ornamental. En los últimos años se ha desarrollado un creciente interés por las especies europeas por parte de naturalistas aficionados a la botánica.

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